Chile al Norte (I)

iquique

Si hablamos de Arica estamos hablando sin lugar a dudas del corazón verde de Tarapacá, le zona más extrema del norte de Chile. Este es un histórico enclave portuario en donde en el invierno su lima se vuelve muy grato (entre 15 y 22 grados de temperatura), el mar templado y en sus calles se expanden el orden vegetal de la agricultura y los olivares son un homenaje a la memoria bíblica.

Este lugar fue aprovisionamiento para los españoles y un activo puerto para el intercambio de los bienes del Alto Perú, Potosí y la costa.

Desde Iquique es el único camino en dirección al este para luego torcer rumbo al norte, en dirección a Arica. El suelo del lugar es puro caliche, una composición mineral de la que se extrae el salitre, razón existencial y fuente de recursos hasta mediados del siglo pasado.

Los típicos estampados que tienen las rocas son los geoglificos de Chiza, se presume que fueron hechos entre los años 500 y 900 DC y son, por supuesto, fuente de inspiración de apariciones extraterrestres.

Pero estos no son los únicos jeroglíficos, hay unos cinco mil en toda le región.

Arica nos brinda la posibilidad de conocer muchos edificios con una importante historia entre los que te podemos mencionar: la catedral de San Marcos, la Gobernación y la Aduana peruana (diseños de Eiffel). Junto al puerto se extiende la lonja de los pescadores. A vida ictiologica paree continuarse en los puestos del mercado.

Junto al valle del río Lluta, convertido en un precioso vergel de cultivares se asienta el pueblo de Poconchile, con su iglesia del 1600, más tarde dedicada a San Jerónimo. En Copaquilla, paraje que se detecta a la izquierda de la A-145, cualquiera seguiría de largo si no fuera por esa sorpresiva aparición de adobes coloridos y formas muy libres junto al asfalto. El lugar se anuncia como Taki Posada.

Con mucho esfuerzo lograron que las autoridades le dieran a este asentamiento rango de pueblo, haciéndolo constar en los mapas de la región.

Socoroma, es un reducto precolombino a 3.060 metros de altura al que se llega después de un sostenido descenso de curvas. Las evidencias de una arquitectura colonial, las cercas de mburucuyá salvaje, su minúscula plaza arbolada y la iglesia de San Francisco lo embellecen. Este enorme edificio de 1560 (restaurado en 1883) tiene muros de adobe y un frontal de piedra optimo mirador a los cultivos en terraza.

Fuente | Revista Lugares
Imagen | Iquique – Chile
Más Información | Chile Por Descubrir

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