Ayer sábado un avión de Alitalia operado por la aerolínea rumana Carpatair se salió de la pista al tomar tierra en el aeropuerto romano de Fiumicino. Dieciséis personas, de las cincuenta que iban a bordo, resultaron heridas siendo las más graves una azafata con lesiones en la columna vertebral y un pasajero con fractura de fémur. El avión hacía la ruta Pisa-Roma.
El accidente se debió, según los primeros datos, al fuerte viento con el que se encontró el aparato al aterrizar. Se trata de un bimotor turbohélice ATR72. Sin embargo, la compañía Carpatair estaba siendo investigada desde diciembre por la Autoridad Nacional de Aviación Civil por una denuncia de los sindicatos. Por tanto el accidente puede no tener una causa tan obvia, aunque Alitalia ha adelantado que lo más probable es que fuera por el fuerte viento.
Pero, no es la única investigación a la que estaba sometida la aerolínea rumana. Alitalia había iniciado una investigación interna y había suspendido los vuelos de Carpatair entre Roma y Ancona por diversos incidentes ocurridos durante los meses de diciembre y enero. Ayer mismo por la tarde Alitalia canceló su contrato con Carpatair e inició su propia investigación sobre el accidente.
Tendremos que esperar a que terminen las pesquisas y se emita un informe oficial para saber que ha sucedido. Esperamos que las dos personas heridas con pronóstico grave se recuperen satisfactoriamente. El avión es el medio de transporte más seguro pero por desgracia, no es infalible.
Vía | El Mundo
Foto | Corriere della Sera