El exceso de alcohol, el mono de nicotina, el miedo a volar y la claustrofobia, entre otros, pueden provocar que un pasajero se ponga demasiado pesado e incluso violento en un avión. El personal del vuelo debe enfrentarse a situaciones incómodas y altercados con demasiada frecuencia, tantas como tres a la semana de media en Hong Kong Airlines.
Para que puedan actuar en estas situaciones, la compañía ha decidido dar clases de artes marciales a sus empleados, que serán obligatorias para el personal de a bordo. Concretamente están recibiendo clases de Wing Chun, según cuentan, una variante del Kung Fu adecuada a los espacios pequeños. Perfecto para ponerlo en práctica en la cabina de un avión cuando sea necesario.
Según Eva Chan, responsable de comunicación de Hong Kong Airlines, el curso ya está dando resultados. En un vuelo de Hong Kong a Pekín, un pasajero borracho fue controlado por una azafata. Chan explica que, «normalmente una azafata no sería capaz de dominar un pasajero pesado, y encima embriagado, pero gracias al entrenamiento, puede hacerlo muy fácilmente«.
Se debe tener en cuenta que una copa de alcohol en vuelo equivale a tres en tierra por la deshidratación, principalmente. Hay que pensarse dos veces si consumir o no antes y durante el vuelo. Y sabiendo que las azafatas ahora saben artes marciales, seguro que más de uno se lo replantea.
Vía | Expreso
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