El prestigioso artista Alan Courtis fue invitado por la asociación noruega Dans For Vokness a dar una serie de conciertos en las poblaciones de Pyramiden y Barentsburg. La primera de las ciudades fue abandonada en el año 1998.
Se trata de asentamientos muy pequeños que se encuentran dedicados a fines específicos.
La población total del archipiélago es de 2.800 habitantes, la gran parte de ellos son noruegos, rusos y ucranianos. Casa 2.000 están concentrados en a capital, Longyearbyen.
El fin de este evento es concretar una serie de performances solistas y diferentes formaciones. Courtis trabajo con 6 colegas de Noruega, Holanda e Inglaterra.
En Svalbard no corre el tratamiento VIP para los artistas más famosos. El viaje fue igual para todos. Las largas horas a la intemperie con temperaturas menores a los -30ºC y la visibilidad de apenas 5 metros no hizo diferencia para nadie.
En estas condiciones es muy importante tener una indumentaria adecuada.
La mezcla de gira artística con turismo de aventura le brindo al proyecto un plus extra. Todo transcurrió exitosamente y todos sus participantes vivieron para contarlo. Courtis cuenta lo satisfactoria que fue dar ese concierto de guitarra eléctrica, sin público.
Tocaron en una pileta del centro deportivo y también en la Casa de la Cultura Rusa a unos -24ºC.
El tour seguí hasta Barentsburg lugar en donde viven 500 personas.
Un cineasta de origen noruego fue el encargado de acompañar la expedición y registró todo el material para in documental que se podrá ver en poco tiempo. Será el primer documental de un noruego que registre un concierto de guitarra eléctrica a temperaturas tan bajas. Obviamente, para el Libro Guinness de los Records.
Foto | Archipiélago de Svalbard
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