A quién no le ha pasado de tener que realizar un largo viaje al lado de una persona que no para hablar en ningún momento, sin respetar si queremos mantenernos en silencio, trabajar, leer o simplemente dormir.
Existen algunos puntos que puedes tener en cuenta para evitar este tipo de molestia sin caer en el error de mostrarte hostil o antipático. Así disfrutarás tu viaje en soledad y en silencio, relajándote.
Cuando tomas un transporte público ya sabes de antemano que compartirás mucho tiempo con gente extraña, pero en sí no es lo que molesta, lo que puede generar cierta incomodidad es el hecho de sentirse invadido. Para que esto no te suceda lo primero que debes hacer es evitar el contacto visual.
Cuando tu compañero de viaje comience con las preguntas respóndele con una gran sonrisa pero utilizando únicamente monosílabos o frases carentes de precisión. Los libros, las tabletas y los portátiles son grandes aliados a la hora de hacernos los distraídos. Deberás mostrarte muy concentrado en lo que estas leyendo.
Si la persona no se registra tu actitud y continua con ganas de hablar el iPod puede ser la mejor solución, colócate los auriculares a un volumen que sea alto pero que no te cause daño.
Otra buena alternativa para descansar y desconectarte del entorno es dormir, a veces se logra pero a veces no, en estos casos puedes optar por hacerte el dormido.
En el caso de que todos estos gentiles consejos no hayan surgido efecto no te quedará otra alternativa que enfrentar el caso. Ésta solo debe ser una solución extrema. En esos casos podrás tomar solo por un minuto el contacto visual y decirle de manera amable que necesitas el tiempo del viaje para descansar y que no tienes interés de establecer un diálogo, ni con él ni con nadie. En ocasiones la mejor excusa es decir la verdad. Pero siempre de forma educada y amable, después de todo lo único que está buscando la otra persona es ser cordial y agradable, por eso no debemos ni agredirlo ni contestarle de manera incorrecta.
Vía | Nomadistas
Foto | Flickr – Dani Granata