Por algún raro motivo el hombre siempre tuvo la pasión por realizar réplicas pequeñas de todas las cosas que iba encontrando a su paso. Estas réplicas mínimas se llaman ‘miniaturas’. Curiosamente la palabra miniatura deriva de ‘minium’ que no es otra cosa que un óxido de plomo de color rojo que se usaba como componente en la tinta para iluminar los códices manuscritos.
Esos manuscritos contaban con motivos ornamentales, los más conocidos eran los dibujos que realzaban letras. Cuando las pequeñas figuras se corporizaron, recibieron el nombre de miniaturas. Estos objetos diminutos que apareen nombrados en la Edad Media tarde en Occidente ya eran un patrimonio desde tiempos antiguos. Al comienzo estuvieron ligados a creencias del tipo religiosas. Luego, sirvieron para recrear el mundo lúdico de la infancia.
Te contaremos acerca de las ciudades pequeñas, reproducciones idénticas a las mayores. La más antigua mini ciudad es la de Bekonscot, que fue inaugurada en el año 1929. Se encuentra a solo algunos kilómetros de Londres y abarca 6.000 metros cuadrados. Se pueden ver en ella maravillosos jardines, modelos reducidos de casas, castillos, iglesias, negocios y estaciones de tren. La campiña que tiene a su alrededor se encuentra sembrada por árboles en miniatura. Este modelo sirvió como inspiración para la argentina República de los Niños, instalada en Gonnet en la década del 50.
En Estambul se puede visitar Miniaturk, que cuenta con trabajos arquitectónicos que simbolizan a rica herencia histórica y cultural de Turquía.
El Museo de la Miniatura Poblana en México, muestra con una precisión milimétrica las calles y las casas de Puebla a principios del siglo XX. Por su parte el Museo de la Miniatura en Ordino (Andorra) es considerado uno de los mejores que existen en el mundo y nos ofrece una muestra de micro miniaturas.
El Museo de miniaturas Militares Ciudadela de Jaca (Huesca – España) seduce por su entorno y su curiosa temática. Reúne soldados y ejércitos en posición de combate desde el antiguo Egipto, pasando por griegos y persas, hasta llegar a las misiones de paz de la ONU.
Carromato de Max, en Mijas (Málaga) es un lugar en donde para las miniaturas se usaron materiales de uso común, este museo ofrece ‘Las Siete Maravillas del Mundo’ pintada sobre un palillo de dientes y la copia de la Ultima Cena, realizada en un grano de arroz.
Pero la gran novedad a lo que a miniaturas se refiere es el New York City in a Bag, una ocurrencia de Muji Housewares que metió la ciudad de Nueva York en un bolso. Todas las edificaciones de esta gran ciudad pueden ser llevadas en un espacio mínimo y a kilómetros de distancia.
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Imagen | Bekonscot
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