Tan sólo una semana después del lamentable cierre de Spanair, Europa se ha quedado sin otra aerolínea, Malév Hungarian Airlines. En esta ocasión se trata de una compañía de bandera, la aerolínea estatal húngara. Llevaba en el aire nada menos que 66 años, pero una decisión en Bruselas ha finalizado su recorrido, al menos por ahora.
El motivo del repentino cese de la actividad de Malév ha sido que la Comisión Europea ha declarado ilegales las ayudas que la compañía recibía del Estado húngaro. Se le ha solicitado el reembolso urgente de los más de 200 millones de euros percibidos entre 2007 y 2010. Ante la imposibilidad de hacerlo, la empresa se ha declarado insolvente y ha suspendido todas sus operaciones, dejando miles de pasajeros sin sus vuelos.
La aerolínea explica en su página web, en húngaro e inglés, los pasos a seguir por los viajeros que ya no podrán volar. Además han habilitado un número de teléfono para llamar desde fuera de Hungría +36-1-802-11-11. La compañía formaba parte de la alianza Oneworld, por lo que es esperable que el resto de aerolíneas que la forman tomen algún tipo de medida.
Por el momento la que ha estado rápida ha sido Ryanair, una de las denunciantes de las ayudas públicas. La polémica low cost irlandesa ha anunciado que abre una nueva base en Budapest y que comienza a operar cinco nuevas rutas desde esta ciudad. Los destinos serán Alicante, Barcelona, Madrid, Málaga y Mallorca.
Siempre es bueno tener opciones para viajar a una ciudad tan impresionante como Budapest, pero el veloz anuncio de Ryanair a mí me provoca rechazo. Como en el caso de Spanair, lamentamos sobre todo la pérdida de puestos de trabajo.
Vía | Expansión
Foto | Flickr-Zsoolt