Las cuevas de Altamira llevan ocho años cerradas para garantizar su conservación. Situadas junto a Santillana del Mar, en Cantabria, se consideran «la Capilla Sixtina del cuaternario» ya que son el monumento más importante del arte prehistórico, motivo por el que son Patrimonio de la Humanidad desde el año 1985. El Patronato de Altamira anunció ayer que la cueva volverá a abrirse de forma controlada a partir del mes de agosto, pese al informe en contra del Centro Superior de Investigaciones Científicas(CSIC).
De momento van a definir que tipos de aparatos se pueden instalar en el interior para garantizar que la presencia humana no produce ninguna degradación y después tienen que instalarlos. Habrá visitas de prueba y aunque de momento se desconoce quien serán los afortunados, es posible que se trate de personas que están en la lista de espera. Dicha lista tiene más de 4.000 inscritos.
Antes del cierre el número de visitantes diarios variaba de 5 a 30, no se sabe si se mantendrán esas cifras, sí que no habrá entradas multitudinarias y que serán los técnicos los que establezcan el ritmo. El consejero de Cultura del Gobierno de Cantabria, Javier López Marcano, recordó que Altamira «no es una cueva que se adapte para usos turísticos, sino un bien de interés cultural, patrimonio con mayúsculas de toda la Humanidad, un Museo y un Centro Nacional de Investigación, aunque reconoció que, ante la altisonancia y la fuerza de la propia cueva estas características y funciones pasan a un segundo plano».
Lo que ni el consejero ni nadie puede negar es que Altamira es el mayor reclamo turístico de Cantabria, aunque la posibilidad de visitarla sea muy pequeña.
Vía | 20 Minutos
Foto | Cantabria turística