En realidad no es British Airways quien amenaza con una huelga para este y el próximo fin de semana (del 20 al 22 y del 27 al 30), sino los Tripulantes de Cabina de Pasajeros (TCP). Las reivindicaciones de este colectivo siguen siendo las mismas que el pasado mes de diciembre, en que la compañía consiguió frenar la huelga in extremis.
Los TCP con el apoyo del síndicato mayoritario Unite, se movilizan contra las medidas anunciadas por British, entre otras, la baja voluntaria de unos mil empleados de este colectivo, congelación salarial y reducción de 15 a 14 el número de TCP por vuelo de larga distancia. Los convocantes piensan que esta última medida empobrecería el servicio a bordo y repercutiría en el salario de los trabajadores.
El sindicato está buscando apoyo fuera del Reino Unido y parece que lo ha encontrado en el sindicato de los transportistas de Estados Unidos, que tiene un millón cuatrocientos mil afiliados, de ellos cuarenta mil trabajando en aeropuertos. Aunque no está claro si finalmente las leyes estadounidenses les permitirán unirse a la movilización, la amenaza de que puedan hacerlo ya tiene suficiente repercusión.
Por su parte British Airways ha creado un plan de contingencia para adelantarse a los problemas que puede causar la huelga si finalmente se lleva a cabo. Debido al gran número de voluntarios para trabajar en esos días, se aumentarán los vuelos y podrán viajar unos 4.000 pasajeros diarios más que en una jornada habitual. Además 60 aerolíneas se han ofrecido para ceder asientos en caso de ser necesario. Si el sindicato de transportistas se une habrá problemas en la entrega de equipajes o el desembarco, pero parece que los viajes estarán asegurados.
Vía | BBC
Más información | Invertia
Foto | Flickr-Prayitno
1 respuesta
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