Volar en avión, a no ser que puedas pagar por hacerlo en primera, es cada día más incómodo. Las filas cada vez son más estrechas y los asientos tienen tamaño infantil. Si el vuelo es de corta o media distancia se soporta, pero cuando el viaje es más largo y además se hace en parte de noche, se puede convertir en una pesadilla. Aunque no podemos decirte como ampliar el espacio disponible sí hay algunos trucos para volar más cómodo.
Comienza por reservar un asiento en ventanilla. Tendrás un lugar donde apoyar la cabeza, evitarás a las personas de tu fila pasando por encima de tí cada vez que quieran salir y, podrás tener algo de control sobre la persiana. Asegúrate al reservar que el asiento elegido es reclinable y los reposabrazos abatibles. En las últimas filas antes de las mamparas y en la de la salida de emergencia hay más espacio pero puede que no tengas ni una cosa ni la otra. Lo de los reposabrazos será importante si tienes la suerte de llevar el asiento de al lado vacío y poder explayarte un poco.
Vístete con capas de ropa cómoda para el vuelo. La temperatura suele ser buena pero al intentar dormir puedes sentir frío o calor. Si puedes quitarte y ponerte ropa con facilidad encontrarás mejor tu temperatura óptima. Asegúrate que nada te apriete ni tenga cremalleras o botones que se puedan convertir en una molestia al tomar una postura para dormir. Puedes quitarte los zapatos, lleva unos fáciles de quitar y poner, pero ten la precaución de llevar calcetines limpios y de no desprender ningún olor molesto.
En tu equipaje de mano incluye un antifaz, tapones para los oídos, una almohadita, un reproductor de música y una buena lectura o algún juego. Aunque te proporcionen una almohada durante el vuelo, nada mejor que una propia a nuestro gusto. Además este cojín extra te puede servir para los riñones, por ejemplo. Los tapones y el antifaz, lógicamente son para aislarte todo lo posible. La música y la lectura por si no consigues dormir, para pasar la noche lo más entretenido posible. Bebe mucha agua para estar hidratado y siempre que puedas date un paseo por el avión para mover las piernas. Esto es especialmente recomendable si no te duermes, para no desesperar.
Por último ten en cuenta al resto de compañeros de vuelo. Como decíamos lo de los zapatos es importante, pero también enfocar la luz correctamente a tu asiento para no molestar al vecino, poner la música o la película en tus auriculares a un volumen que no oiga nadie más, tener a mano las gafas, la comida o bebida para no moverte en exceso ni hacer mucho ruido, ir al baño antes de que el resto de la fila duerma o mirar hacia atrás antes de reclinar el asiento para estar cómodo pero sin agobiar a nadie.
Vía | Air Savings
Foto | Flickr-Ben Grogan