Cada aerolínea tiene sus propios requisitos al contratar la tripulación de cabina. Generalmente se pide un mínimo y un máximo de altura, un buen nivel de inglés, don de gentes, buena vista, un perfil psicológico determinado y buena presencia. Ultimamente el requisito de ser joven ha pasado a la historia en las grandes aerolíneas, valorando la experiencia por encima del aspecto, aunque aún quedan compañías que no quieren azafatos mayores de 30 años.
El principal cometido de la tripulación según la Federal Aviation Administrationes (FAA), es velar por la seguridad de los pasajeros, para lo que se entiende que deben tener una buena forma física. Esta podría ser la justificación de porqué Turkish Airlines ha mandado a casa a 28 auxiliares de vuelo, 13 de ellos mujeres, para que pierdan peso.
Los azafatos disponen de seis meses, sin empleo ni sueldo, para lograr ponerse en forma y alcanzar un peso adecuado, de lo contrario dejarán de volar y serán reubicados. Todos ellos, según la aerolínea, han sido avisados en repetidas ocasiones. En el comunicado emitido por la empresa explican que «El peso y la altura son factores importantes en todas las aerolíneas. Estos criterios son importantes tanto en términos de apariencia y de capacidad para moverse«. El propio jefe de la Asociación de Asistentes es uno de los sancionados. Izzet Levi ha confirmado que debe perder diez kilos y quedarse en 96 para poder volver a su trabajo.
Viéndolo desde la perspectiva de la seguridad no parece que haya discriminación. No sabemos cuanto mide el señor Levi, pero no debe ser muy fácil moverse por la estrecha cabina de los aviones con 106 kilos. Distinto sería si se tratara de una cuestión puramente estética.
Vía | El Tiempo
Foto | Flickr-Andrei Dimofte
