Han pasado tres meses desde el naufragio del Costa Concordia pero la desgracia no se ha olvidado. Tampoco ayuda mucho la reposición de la película sobre el Titanic, y quizá sea lo mejor, ya que no puede volver a repetirse. La Comisión Europea presentó el pasado 24 de abril diversas consideraciones sobre la seguridad de los barcos de crucero, con el fin de adoptar medidas que la mejoren.
El Comisario Europeo de Transporte, Siim Kallas, ha explicado que, «los trágicos accidentes del Titanic, del Estonia o del Costa Concordia llevan a la actualidad la cuestión de la seguridad de los navíos. Hay siempre lecciones a considerar en estas catástrofes. Pero no estamos simplemente a la espera de que surja el próximo accidente. Sería imprudente reaccionar sólo después de una catástrofe».
La intención de la Comisión es promocionar medidas de carácter voluntario por parte del sector, reforzar las medidas coercitivas y de ejecución y adoptar medidas que afectarán a la reglamentación. Deberán presentar la propuesta antes de que termine el año. En ella deben estar incluidos en una primera fase, las reglas de la Unión Europea para los barcos de servicios domésticos de pasajeros, incluyendo los que no son construidos con acero pero que se utilizan para transporte de pasajeros. También incluirá los veleros y los barcos históricos que son utilizados con fines turísticos.
Tras el accidente del Costa Concordia, todas las navieras afirmaron cumplir con las normas de seguridad incluyendo el tener tripulación preparada para actuar en esos casos. Esperemos que sea cierto y estas nuevas medidas sirvan para reforzarla aún más.
Vía | Expreso
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