El próximo 1 de enero Feve, la compañía española de ferrocarriles de vía estrecha, pasará a ser Renfe-Feve. Los trenes pasan a ser de Renfe y operarán bajo el nuevo nombre y las infraestructuras pasan a ser de Adif. El motivo, la deuda de 600 millones de euros que acumula Feve. Pero esta empresa no solo gestiona trenes de vía estrecha, también es responsable de cuatro trenes turísticos, el Transcantábrico Gran Lujo, el Transcantábrico Clásico, el Al Andalus y el Expreso de La Robla.
Estos emblemáticos ferrocarriles son parte de la historia y una forma única de descubrir algunas zonas de nuestra geografía. La segregación de Feve no supondrá el fin de estos itinerarios, se está estudiando bien la venta o bien la cesión de la explotación a la iniciativa privada, según ha comentado Antonio Aguilar Mediavilla, actual presidente de la empresa.
Este paso de venta o cesión a un operador privado se enmarca en la reforma ferroviaria aprobada por el Gobierno y que entrará en vigor el próximo 13 de julio, momento en que se abrirá la competencia en el transporte de viajeros en tren, liberalizando el servicio. La reforma es rechazada por los sindicatos que están en negociaciones y tienen previstos varios paros.
Entre los trenes de los que estamos hablando, el Transcantábrico Gran Lujo está considerado uno de los cinco mejores trenes turísticos del mundo. Es un tren-hotel de cinco estrellas que realiza el trayecto entre Santiago y San Sebastián. Sea cual sea la solución por la que se decante Feve su continuidad y la del resto de trenes-hotel, debería estar garantizada.
Vía | Expreso
Foto | Flickr-Trainchartering & Private Rail Cars
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