El nuevo capítulo en la batalla entre los controladores aéreos y el Ministerio de Fomento parece ganada para este último, pero sólo es la primera impresión. Sea por la presión a la que están sometidos ultimamente, porque están aprovechando el menor síntoma para pedir la baja o porque utilizan su salud como medida de presión en la negociación de su convenio laboral, lo cierto es que las bajas médicas de controladores aéreos han aumentado considerablemente en el último mes.
Los trabajadores retaron al Gobierno a inspeccionar cada una de las situaciones de baja, lo que se ha saldado con el alta por parte de la Inspección de la Seguridad Social de la mayoría de ellos. En concreto de los 205 empleados en situación de baja, 136 han pasado a la situación de alta, un 66,34 por ciento. En algunos casos el alta corresponde porque la enfermedad era de corta duración y en otros la Inspección contradice el dictamen del médico de la Seguridad Social.
Los controladores han alertado de que algunos de sus compañeros no están en perfectas condiciones para desempeñar su trabajo, con el riesgo correspondiente para la seguridad aérea. Sin embargo no todo es tan negro como parece, ya que según explica la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), «lo que el Ministerio de Trabajo no ha indicado es que a pesar de darles el alta médica, estos profesionales han de pasar otro examen médico realizado por el Centro de Investigación Médica Aeronáutica (CIMA), el cual es el encargado de decidir si se encuentran en condiciones de realizar la actividad operacional. Ningún controlador aéreo está operativo sin que el CIMA lo haya aprobado, y éste lo hace siguiendo normas de la Unión Europea». Como decíamos al principio, Fomento sólo ha ganado en apariencia.
En cualquier caso y desde mi punto de vista, ni el Ministerio de Fomento ni los propios controladores están actuando de manera responsable, teniendo en cuenta que hablamos de la seguridad de miles de vuelos. Unos opinan que cualquiera puede hacer ese trabajo, lo cual no es cierto y los otros recurren al miedo, lo que me parece casi peor. Sí, hay un precedente en Francia de un accidente con controladores militares, pero ellos tampoco son infalibles, sin embargo nadie utiliza esos datos para meter presión. Esperemos que encuentren pronto una solución aceptable para todos y dejen al resto de los ciudadanos disfrutar en paz de sus vacaciones.
Vía | Hosteltur
Foto | Flickr-Jojo 77