Es fácil de deducir, todas las líneas aéreas son generadoras de ganancias para todo el mundo pero en muy pocas ocasiones generan ganancias para sí mismos. Esto sucede en épocas de crisis y en buenas épocas.
Se estima que en los últimos cuatro decenios el margen de beneficios neto de las aerolíneas del mundo ha alcanzado un máximo de 0.1 por ciento, una cifra miserablemente baja. Esta cifra se contrapone a la ganada por otros fragmentos del mercado de turismo vinculados con las aerolíneas, por ejemplo, empresas de catering, aeropuertos, agencias de viajes, a las cuales les ha ido realmente bien.
Muchas de estas cifras están enmascaradas bajo la denominación de ‘sistemas de distribución global’ un nombre que se vincula a las reservas informatizadas de servicios. Una de las causas de la falta de rentabilidad de las empresas aéreas es la gran competencia que existe, en especial cuando se tienen en cuenta a las nuevas empresas aéreas que se dedican al low cost (bajo costo) además de otra gran cantidad de medidas que fueron apareciendo desde la desregulación que tuvo lugar a partir de la década del ’70.
Otro punto que puede influenciar son los continuos errores estratégicos que se fueron cometiendo en los últimos años, una de ellas fue el hecho de pagar comisiones directas a los agentes de viajes o establecer los sistemas de reservas libres.
Una de las mayores posibilidades para aumentar la rentabilidad de las aerolíneas se vincula a los cargos adicionales por comidas, maletas facturadas, mejores servicios.
Vía | Economist
Foto | Flickr – Alobos
