Hay refugios para animales que parecen hoteles, incluso algunos no tienen nada que envidiar a los hoteles de cinco estrellas. Lo que para muchos parece un exceso es un negocio que funciona y Longcroft Luxury Cat Hotel es un ejemplo. Se han convertido en la primera cadena hotelera de lujo para gatos y buscan franquiciados.
El primer establecimiento lo abrieron en 2010 en Welwyn Garden City in 2010. Como muchos negocios, surgió de la necesidad de la propietaria de encontrar un buen lugar en el que dejar a su gato durante un viaje. El éxito fue inmediato y salieron muchos imitadores en Reino Unido, un país con 11 millones de propietarios de gatos. Por eso es natural que la empresa se expanda, ofreciendo el servicio en otras localizaciones.
Los servicios que ofrecen los hoteles de esta cadena son realmente de lujo. Las suites están tematizadas y constan de dos zonas independientes, el «dormitorio» con una camita de forja y una almohada suavísima, y la zona de ejercicio y juegos. Todas están climatizadas para que el inquilino no pase frío en invierno ni calor en verano, y tienen música suave ambiental para que se sienta relajado. Además reciben visitas frecuentes para asegurarse que está en perfectas condiciones.
El propietario puede elegir el menú diario de su animal entre varias opciones que están incluidas en el precio o, si lo prefiere, puede contratar el menú exclusivo A La Cat, con un suplemento de 3.50 libras (4.35 euros) por comida. La tarifa de la estancia depende del tamaño de habitación que se contrate, entre 16 y 45 libras esterlinas (entre 20 y 56 euros) diarias para un único gato. Incluye el alojamiento, la comida y el aseo del animal.
Como en cualquier establecimiento de cinco estrellas, se pueden contratar servicios adicionales: un e-mail semanal sobre el estado del gato con fotos, servicio extra de aseo con aceites aromáticos para su relax, o un reportaje fotográfico aprovechando el lugar y la tranquilidad del animal.
Vía | Viajes