Siempre que tu presupuesto te lo permita es bueno que adquieras equipos minimalistas, o sea, que sean livianos, comprimibles y fáciles de transportar, como los que usan los montañistas.
Generalmente las bodegas de los kayaks son espaciosas, pero no por eso debemos cometer el típico error de navegar sobrecargados de peso, porque esto te dificultará el comportamiento de la embarcación en el oleaje o te entorpecerá los reingresos o el rol.
Ademas debes tener en cuenta que por más herméticos que sean los compartimentos estancos, todo el equipo debe ser guardado en bolsas para resguardarlo de posibles filtraciones. Lamentablemente, tarde o temprano, todos los compartimentos o tapas dejaran filtrar agua. Es una cuestión de desgaste y del tiempo de uso que tengan.
Recuerda tener siempre el equipo de emergencia bien a mano, en caso de que suceda algo no tendrás tiempo para buscarlo.
Por último, te daremos un listado de materiales para agendar que te serán de mucha utilidad.
Kit de supervivencia, carpa de alta montaña (son más pequeñas y livianas que las de camping normal), camiseta térmica y remera respirable (que sea ligera, cómoda, permeable, con protección solar), anorak impermeable (para la lluvia y el frío), pantalón tipo cargo (con muchos bolsillos) de secado rápido, buzo, gorro y chaleco; calzado anfibio, sandalias crock o botitas de neoprene; luneta; gorro con cubrenuca, sombrero y lentes para el sol; muda de ropa seca en cantidad suficiente para los días que dure la travesía.
Plan de comida (es importante consultar con un nutricionista que elabore una dieta acorde a la exigencia), utencillos de cocina pequeños; agua potable y dos bidones; bolsa de dormir y colchoneta aislante pequeña; esponja y bomba de achique; mapa de la zona en la que desarrollaras la travesía, GPS y compás; mitones o guantes de neoprene; garrafa y hornalla; pinza multiuso, linterna, elementos para el aseo personal.
Fuente | Weekend
Foto | Flickr – Sergio JDT