Te seguimos contando acerca de los beneficios que nos traen los viajes. Todo viaje puede convertirse en una importante forma de adquirir aprendizaje. Cada lugar al que arribes tendrá muchos secretos para contarte. Toma conocimiento acerca de la historia de las edificaciones, parques o monumentos que vayas cruzando. No se trata de recordar todo a la perfección, sino de que tu cerebro se sienta estimulado para recibir nuevos conocimientos, y seguramente, en algún lugar de tu memoria quedaran esos recuerdos y conocimientos.
Viajar ayuda a fortalecer la unión dentro de la familia. Investigaciones realizadas en diferentes ámbitos laborales explicaron que en el período de vacaciones, el hecho de compartir experiencias con los miembros de tu familia fortalece luego el interés en el trabajo.
Cuanto más es el tiempo que compartamos en familia mejor. Viajar no siempre requiere de ir a hoteles de lujo o lugares que son inaccesibles para nuestra economía. Muchas veces con el simple hecho de visitar nuestra ciudad, acampar o visitar un museo todos juntos bastará.
Tu salud suele mejorar de manera notable durante las vacaciones, seguramente en este período de tiempo te sentirás mucho mejor y más contento. Para colaborar aun más con tu salud puedes realizar paseos caminando y no siempre empleando un vehículo. Sin que te des cuenta estarás realizando largos ejercicios, subiendo y bajando escaleras o caminando por horas. Todo esto permitirá que regularices la presión sanguínea o el ritmo cardiaco.
Viajar permite que aumentes tu productividad laboral. En países donde la gente viaja más son más productivos dentro del ambito laboral. Tomarte las vacaciones no es solamente un derecho sino una necesidad. Si no puedes viajar, no importa, aprovecha para descansar o visitar sitios cercanos a tu hogar que nunca antes habías visitado, por ejemplo un parque o un museo.
Vía | Saber Vivir
Foto | Flickr – Karinna