El ‘jet lag‘ se puede evitar, o al menos minimizar sus efectos en aquellos turistas que hayan decidido cruzar el charco. Basta con seguir una serie de sencillas recomendaciones y este trastorno del sueño, frecuente en los pasajeros de largas distancias, puede convertirse en un mal recuerdo.
Según un estudio, parece ser que la clave está en ajustar el ritmo circadiano de sueño de cada persona al horario solar de la localidad de origen del viaje y al de la localidad de destino. Es decir hay que procurar sincronizar el cuerpo con la hora del destino al que se va a viajar. Y para eso hay que tener en cuenta algunos factores y seguir ciertos consejos.
Parece ser que cuando un viajero va hacia el oeste, el cerebro necesita un día por cada hora de desfase horario para que se ajuste fácilmente sin traumas. Por contra, si viaja hacia el este necesitará un día y medio por cada 60 minutos de desfase.
Por tanto, días previos a la realización del viaje debemos adelantar o atrasar los horarios de las comidas y del sueño para irlos aproximando a los que se siguen en el lugar de destino. Los medicamentos son también de gran ayuda, aseguran los expertos. Hay quien los recomienda varios días antes del viaje transoceánico y quien dice que es mejor ingerirlos cuando ya se está en el avión.
Una opción natural de estas medicinas es la versión sintética de la melatonina, la hormona encargada de regular el sueño y la vigilia.
En conclusión, se trata de modificar los patrones del sueño, regular la exposición a la luz solar, consumir compuestos de melatonina y, en casos más extremos, tomar medicinas hipnóticas. Así se refleja en el estudio publicado, recientemente, en el New England Journal of Medicine (NEJM) y realizado por el psiquiatra Robert Sack, de la Universidad Salud y Ciencia de Oregón, Estados Unidos.
Vía | Público
Foto | Gin Fizz en Flickr
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[…] En el caso de que se vaya a realizar un viaje transoceánico, hay que acordarse de ir sincronizando el cuerpo unos días antes para evitar el jet lag. […]
[…] hormona que nos lleva a la relajación y al sueño. Por tanto se alteran los ritmos circadianos, es el mismo proceso que el jet lag cuando hacemos viajes transoceánicos aunque a menor […]