Europa aplaza la decisión sobre los polémicos escáneres

El pasado 25 de diciembre un pasajero consiguió volar de Amsterdam a Detroit con un polvo explosivo en su ropa interior. Este hecho puso sobre la mesa la posibilidad de usar escáneres corporales en los aeropuertos. Pero es una tecnología controvertida y no aceptada por algunos pasajeros y autoridades. Con este modelo de escáner nada se puede esconder a la vista de quien está al otro lado del monitor y en esta época todo es susceptible de ser copiado y distribuido.

Estados Unidos ya tiene 40 de estos aparatos instalados y en funcionamiento, en Reino Unido se han probado, entre otros, en el aeropuerto de Manchester. Holanda cuenta con 15 escáneres y está a la espera de 60 más pero en este caso modificados para que la figura humana se alargue, distorsionando las formas pero permitiendo ver si hay algún objeto sospechoso.

La principal oposición a estos artilugios es la intromisión en la intimidad y que no se conocen los efectos sobre la salud de las personas. Especialmente el primer argumento, los derechos de los pasajeros, es lo que ha llevado a la Unión Europea a retrasar la decisión sobre su implantación hasta el mes de junio. Tras una reunión informal de los Ministros de Transportes celebrada en A Coruña, se ha propuesto que una Comisión Europea evalúe cuestiones como la privacidad de los pasajeros, la necesidad de destruir las imágenes, formar al personal que hará los controles o evitar los controles selectivos para evitar la discriminación.

Francia y Alemania son los que se muestran más reacios a la implantación de los escáneres, sin embargo todos los países están de acuerdo en la necesidad de adoptar medidas comunes. Ninguno se olvida de los derechos de los menores, porque si tomar imágenes de un adulto desnudo es controvertido, en el caso de los niños podría ser un delito. En Reino Unido, por el momento, los menores de 18 años no pasan por este tipo de escáneres.

Vía | El Mundo
Foto | Flickr-Cha già José