Para visitar la capital de la República Tunecina, es preciso conocer una serie de datos del país. Se trata del estado más pequeño del Magreb y está ubicado entre la cordillera del Atlas y el mar Mediterráneo. El 40 por ciento de la nación forma parte del desierto del Sáhara por donde se pueden hacer excursiones en camello.
Tiene una población de casi 10 millones de habitantes y su moneda es el dinar tunecino. Un euro equivale a 1,85 dinares aproximadamente. Para ir desde España es posible viajar con Tunisair o con Air Europa. Ambas compañías suelen tener ofertas para viajes de al menos una semana.
Una vez en la capital tunecina no hay que dejar de visitar la Medina de arquitectura islámica. Empieza en la Plaza de la Victoria y se despliega en cientos de callejuelas estrechas llenas de tiendas. Si es la primera vez que vas, ve con cuidado. En la Medina hay varias mezquitas, la de Az-Zituna es la más importante.
Otro punto interesante es el Museo del Bardo donde se encuentra la mayor recopilación de mosaicos del mundo. Los hammam o baños públicos son uno de los centros de atención de la vida de todo el país. Se consideran centros de reunión para charlar y relajarse. Por una sesión tienes acceso al baño, a la sauna de vapor y a un kassa, un masaje vigoroso con grueso mitón.
Es recomendable visitar un taller de alfarería y cerámica donde se podrán adquirir jarrones y azulejos con modelos decorativos muy antiguos en blanco, azul, verde y amarillo, los colores típicos de Túnez. El cobre y la fabricación de alfombras son otro tipo de artesanía muy popular.
Finalmente es recomendable para el viajero presenciar el tradicional baile del jarrón, una danza típica de Túnez. Y no puede falta una visita a las playas de agua blanca de Túnez que en ocasiones se las ha equiparado a las de la costa caribeña por su similitud.
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