Hace dos veranos se puso de moda una práctica estúpida y muy peligrosa en algunos hoteles de Baleares y Cataluña, el balconing. Consiste en saltar de balcón a balcón o desde el balcón a la piscina y lo hacen sobre todo turistas alemanes y británicos. Sobra decir que el alcohol y las drogas están presentes en el 99 por ciento de los casos. La ocurrencia le ha costado la vida a varios jóvenes y lesiones severas a otros tantos.
Para tratar de erradicar esta práctica las agencias de viaje y otros organismos turísticos informan de los riesgos que conlleva. Pero, además las autoridades locales de los municipios afectados, están estudiando medidas contra los autores y los establecimientos donde se produce. De momento Lloret de Mar ya ha aprobado su ordenanza de civismo y convivencia ciudadana con dos textos, uno regulador de las conductas en el espacio público, la ordenanza de civismo y convivencia ciudadana, y otro regulador del uso de la vía pública con finalidades lucrativas o intereses particulares.
Así, se prohíbe y sancionará los pub o disco tours; la prostitución en el espacio público; el consumo de alcohol en la vía pública; la publicidad y exposición masiva de bebidas alcohólicas de más de 20 grados; las promociones de barra libre, 2×1, happy hours o clubs cards. También será multado quien vaya sin camiseta excepto en primera línea de mar. Se prohíbe dormir, de día o de noche, en el coche o en espacios públicos y orinar en la vía pública.
Además se multará a quien practique balconing y al establecimiento en el que se haga. Las sanciones pueden llegar a los 1.500 euros. Al hotel se le informará de que se está practicando balconing en sus instalaciones. Si la policía tiene que insistir será cuando reciban la multa.
Pero, ¿pueden los hoteles parar esta horrible práctica?. Por supuesto podrán implementar algunas medidas, como aumentar la altura de las barandillas o reforzar la vigilancia. Pero no se si estarán muy conformes con responsabilizarse de lo que hacen sus clientes. Quizá la mejor solución sea dejar de aceptar determinados grupos de turistas, si la situación económica lo permite.
Vía | Hosteltur
Foto | Blog de Lord Byron
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