Seguiremos contándote acerca del interesante origen de la fondue y como se fue extendiendo por todo el mundo, tomando características propias de cada región.
Como te mencionamos anteriormente se estima que este sabroso plato tiene sus orígenes en Suiza. En la actualidad cuando caminas por el casco antiguo de la ciudad los días de invierno es normal que sientas ese característico olor de queso wafts de restaurantes.
Los fondues se reconocen como moitié-moitié, half-and-half, elaborado a partir de queso gruyere o el llamado Friburgo preparado con quesos al estilo vacherin (a base de leche de vaca). Estos quesos duros se deben rallar y fundir junto con un poco de ajo, un chorrito de vino blanco y un poco de kirsch. En este caso se prepara en una cazuela de barro llamado caquelon, que se encuentra sobre una estufa portátil y así se puede asegurar una mezcla burbujeante. En ella se mojan horquillas con un pan rustico. Un plato para compartir con la familia y con los amigos.
Una de las ciudades muy vinculadas al origen y elaboración de la fondue es Gare de Cornavin, una estación de tren principal, desde aquí te podrás dirigir al pueblo de Gruyéres a 130 kilómetros. Este sitio se encentra escondido en un gran monte y entre colinas.
La fondue es un plato que sus por características y por su especial sabor se fue extendiendo por todo el mundo agregando o quitando algunos de sus elementos. Es normal que en otros países sirvan la fondue de queso, pero también la que se elabora en base a aceite o en base a chocolate. Hay opciones para todos los gustos y para todas las costumbres, lo principal es que gracias a ellas se pueden reunir amigos para charlas y para disfrutar de un plato muy tentador.
Vía | BBC
Foto | Flickr – Weye
