La desaparición del imperio Marsans ha dejado un hueco en el mercado que no han tardado en repartirse sus competidores más directos. Un trozo del pastel muy jugoso dado que esta empresa era el segundo grupo turístico del sector.
En este escenario y en plena temporada veraniega, las agencias de viajes se han apresurado a hacerse con este hueco y acaparar lo más rápido posible a los clientes que se habían quedado en el abismo. No en vano, las cuatro grandes empresas que ahora ocupan el sector, Barceló, Globalia (Halcón Viajes y Viajes Ecuador), Viajes El Corte Inglés y Viajes Iberia, prevén facturar un 15 por ciento más que la temporada pasada.
Una recuperación del sector que, aunque no excesiva, supone un empuje hacia delante con evidentes signos de recuperación empresarial. Según los gurús del sector, la caída de Marsans ha provocado que la mayoría de sus clientes se hayan traspasado a empresas que se le parecen en cuanto a servicio y tamaño.
En este contexto, las agencias pequeñas se han visto obligadas a orientarse hacia un trato más personalizado al usuario y hacia la especialización en determinados viajes para no quedarse fuera del mercado. Otros expertos creen que lo que le ha pasado a Marsans le ha dado alas a las agencias pequeñas para sobrevivir. Lo cierto es que en 2009 desaparecieron 1.800 agencias en España.
En general, aunque se prevé un crecimiento para este verano, dicho aumento será moderado. Lo justo para dar un empuje al sector y empezar a crecer por nuevos modos y caminos de operar. Esperemos que todo esto sólo le traiga ventajas al consumidor que, además de sufrir estos problemas, también tiene que hacer frente a su propia crisis.
Vía | El Periódico
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