Teatros de Buenos Aires

Te contaremos algunas historias acerca de algunos teatros de la hermosa ciudad de Buenos Aires.

Hasta el año 1991 funcionó en la esquina sudeste de Corrientes y Esmeralda el conocido teatro Odeón. Había sudo inaugurado en el año 1918 y actuaron sobre su escenario grandes artistas internacionales. A pesar de que había sido declarado Monumento Histórico seis años antes, la sala fue demolida. En el lugar, a ya pesar de que la ley ordena que en los casos de demolición de salas teatrales el propietario tendrá obligación de colocar en el nuevo edificio un ámbito teatral de características parecidas. Sin embargo y lamentablemente construyeron una playa de estacionamiento.

El Teatro Opera, de Corrientes 860, es conocido por su techo, el que imita un cielo estrellado o con nubes que corren. Fue diseñado por el arquitecto Alberto Baurdon.

En Corrientes 1753, sobre la vereda del ex cine teatro Alfil se levanta un monolito con las huellas de las manos del actor Alberto Olmedo. En esa sala, el cómico protagonizo en 1987 su ultima temporada teatral en Buenos Aires, con la obra El Negro no puede. Esas manos son un calco de las impresas en la vereda de las estrellas de Mar del Plata. El texto que las acompaña reproduce palabras del actor en una entrevista: “¿Qué quiero que quede de mi? Una estatua en la calle Corrientes, para que la gente la mire y diga ‘Chau Negro’. Nada más”.

El Teatro Liceo, sobre la esquina noroeste de Rivadavia y Paraná es el teatro en funciones más antiguo de Buenos Aires. Fue fundado en el año 1872 con el nombre El Dorado, hasta que en 1918 tomo su denominación actual. Entre los artistas que ocuparon su sala por largos años se puede nombrar a Luis Vahil y a Enrique Pinti.

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Imagen | Teatro Opera
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