Espumante, blanco torrontes, un excelente tinto son algunos de los vinos finos que se producen en la bodega de Gualtallary, Tupungato (Mendoza– Argentina). Este proyecto empezó en el año 1997. la misma se encuentra rodeada por el viñedo y la gran tranquilidad del lugar.
Hasta la zona nos lleva un camino rodeado de aires cordilleranos, con sus alturas y sus grandes dimensiones con el único rastro de civilización que es el asalto. Cuando este alcanza las alturas del Portezuelo el visitante se detiene, maravillado por el Cordón del Plata que traza una línea en el horizonte con picos nevados, altivos e inalcanzables. Solo para ver este paisaje vale la pena llegar a la zona. además de para visitar la bodega Altus.
Cerca de esta bodega se encuentra el restaurante La Tupiña, abierto hace tres años, en donde suelen concluir las visitas del establecimiento, la terraza del mismo está pegada al viñedo y para que no se pierdan detalle alguno fueron instaladas dos camas de hierro forjado con almohadones para poder contemplar la mansedumbre de la viña.
El lugar también cuenta con mesas y sillas donde es un placer probar los platos. El lugar es sin dudas encantador, conserva aun esas anchas paredes y techos con vigas originales que nos demuestran que en otra época se trato de un puesto rural muy bien conservado.
El rito empieza junto al hogar con un largo y sabroso tapeo, luego se invita a pasar a la mesa, donde es saboreado el resto del menú.
Paso a paso, el contenido de la copa busca unirse y corresponderse con el del plato. El chef trabaja al calor de la magnifica chimenea y junto con la gran olla de hierro, llamada en la zona “tupiña”. Se preparan los platos típicos de Mendoza. Se trabaja con quesos de la región, papas locales, maíz, cordero.
Los dueños de la bodega Altus en poco tiempo piensan abrir en medio del campo de Tupungato una hostería en laque el lujo cereal protagonista. No podemos dejar de estar atentos a tal magnífica idea.
Para más datos y reservas podes escribir a reservas.altus@gvt.net.ar