Se supone que el hombre es un animal racional, aunque muchas veces es dificil encajar a algunas personas en esa definición. La aerolínea Virgin Atlantic ha revelado las cosas más extrañas que algunos pasajeros intentaron embarcar con ellos en alguno de sus vuelos. Los datos son de una encuesta entre la plantilla de tierra de 32 aeropuertos en los que operan. Por otro lado también han publicado la lista de las preguntas más tontas que les han hecho en un vuelo.
Empecemos con el equipaje extraño. Una mujer en el aeropuerto de JFK trató de ocultar a su mascota en el abrigo, era una tarántula. En otro aeropuerto, según una azafata, otra señora lo que pretendía subir al avión era una bañera. Según dijo había quedado con su familia en llevarla ella misma. Otro pasajero en el aeropuerto de Dehli intentó colar una bolsa con una cubertería de la propia Virgin Atlantic que había robado de un vuelo anterior. En el aeropuerto de Granada (Grenada) un pasajero quería subir al vuelo una maleta con tierra y cocoteros.
Si puedes volar con un árbol, ¿porqué no con la playa?. Una parejita de enamorados había llenado una maleta con arena y agua de la playa como recuerdo de su romántico viaje. El Director corporativo de comunicación de Virgin, Greg Dawson ha comentado que, «Nuestro personal de tierra ven a miles de pasajeros cada día pero siempre puede llegar uno con algo que nunca esperarías». Ruedas gigantes de queso e incluso una vaca muerta envasada al vacío, son otros de los curiosos objetos que han pretendido embarcar con esta compañía.
Respecto a las preguntas absurdas a las que nos referíamos al principio, no extrañarán a ningún profesional del turismo, pero no dejan de ser más preocupantes que graciosas. En este caso la aerolínea entrevistó a 3000 tripulantes de cabina. Entre otras resaltaron «¿Pueden bajar el sonido de los motores? Son demasiado ruidosos; ¿puede pedir al capitán que pare la turbulencia?; ¿hay McDonalds a bordo?; ¿dónde están las duchas?; ¿dónde está la zona de juegos de los niños?». Los encuestados contaron como les han pedido que se hagan cargo de los niños ruidosos, un masaje para una muñeca Barbie, encontrar una lentilla y en muchas ocasiones les piden que abran las ventanillas.
El personal de reservas tiene su propio listado: «¿Puedo tomar un tren de Fiji a Nueva Zelanda?, ¿a que hora sale el ferry de las 3?, ¿se puede sacar dinero australiano en los cajeros internacionales?, ¿tengo que usar mi nombre real en el billete?, ¿Cuál es la capital de Europa? y ¿la de Africa?, ¿cómo es posible que mi vuelo salga de Sidney a las 10 de la mañana y llegue a Vancouver a las 8 de la mañana?, ¿cuántos cartones de tabaco puedo llevar en mi viaje en coche por Queensland?, etc.»
Al menos parece que el personal de Virgin Atlantic no tiene tiempo de aburrirse.
Vía | El Universal
Foto | Flickr-Dennis Goedegebuure