Michael O’Leary, presidente de Ryanair, consigue tener la atención constante de los medios sobre su aerolínea gracias a los anuncios insólitos a los que nos tiene acostumbrados. Muchas de sus ocurrencias no dejan de ser publicidad pero otras tienen consecuencias. Entre sus últimas declaraciones podemos destacar que quiere cobrar por usar el lavabo en el avión, quiere poner plazas para viajar de pie, o afirma que sobra el copiloto en los aviones.
Ryanair fue multada con tres millones de euros por la Aviación Civil Italiana, al haberse desentendido de los pasajeros durante la nube provocada por el volcán islandés. Recientemente la Agencia Catalana de Consumo le ha impuesto una multa de 31.500 euros por cobrar recargo al pagar con tarjeta y otros.
Ahora es la Dirección General de Consumo del Gobierno Balear la que ha multado a la aerolínea irlandesa con 22.300 euros. En el año 2008 O’Leary pidió a sus clientes que cancelaran los billetes comprados a través de agencias de viaje y volvieran a reservar directamente en su página web, ya que de no hacerlo así no embarcarían. En ese momento FACUA-Consumidores en Acción puso una reclamación contra la compañía. Aunque finalmente no se hizo lo que habían anunciado, si se inspeccionó la mencionada web.
La multa resultante es por tres anomalías encontradas que implicaban tácticas empresariales contrarias a los derechos de los consumidores. Quizá O’Leary tenga que empezar a replantearse su política publicitaria y valorar el beneficio frente al coste.
Vía | 20 Minutos
Foto | Temporada Alta
1 respuesta
[…] Ryanair lo sigue haciendo. Y no es que no esté advertida porque ya ha tenido que asumir alguna sanción por ello. Pero no solo lo mantienen, además ha anunciado un aumento de la tasa, o de la multa […]