Cuando ocurre un accidente aéreo las causas pueden ser muchas y todas ellas muy diferentes, en ocasiones pueden tratarse de un error humano y en otras por problemas técnicos. Para poder analizar las causas el avión lleva dos ‘cajas negras’ que contrariamente lo que indica su nombre, son de un color que puede brillar en la oscuridad y en las profundidades marinas (naranja o amarillo).
Mediante las cajas negras se pueden recopilar muchos datos del vuelo, desde las conversaciones que se tuvieron en la cabina hasta datos vinculados con el motor, entre otros tantos. Una de las dos cajas negras está destinada a la grabación de todo lo que sucede en la cabina, la misma se denomina Cockpit Voice Recorder (CVR), la otra caja negra recopila información de todos los parámetros del vuelo, ésta se llama Flight Data Recorder (FDR).
Para poder ser localizadas en los casos que se necesite incorporan una radiobaliza submarina capaz de emitir una frecuencia especifica de 37.5 KHz y una señal para profundidades no superiores a los cuatro mil metros.
Estas cajas se encuentran protegidas por una cápsula que le permite resistir temperaturas superiores a los 1100ºC y profundidades extremas. Por lo general se ubican en la cola del avión, que es la zona que más aguanta y se protege en el caso de accidentes aéreos, además están alejadas de los depósitos de combustibles.
La CVR se encarga de grabar de manera digital las dos últimas horas de conversación por medio de un micrófono que se encuentra en el panel superior y así poder registrar todos los sonidos que se producen.
Vía | Algunas cosas
Foto | Flickr – Adriana Alonso