Los escáneres corporales de rayos-X que ya están siendo utilizados en varios aeropuertos del mundo, principalmente de Estados Unidos, podrían poner en peligro la salud de las personas sometidas a los mismos, según informaron reconocidos científicos. En el año 2007 el departamento americano para la seguridad en los aeropuertos TSA, empezó a usar estos escáneres en los aeropuertos de ese país.
Michael Love, del departamento de biofísica de la Universidad John Hopkins, en Maryland, EE.UU, comentó al respecto que “el riesgo es mínimo, según dicen, pero estadísticamente alguien va a contraer cáncer de piel por causa de estos rayos-X. Ninguna exposición a rayos-X puede ser considerada benéfica. Sabemos que son peligrosos, pero en los aeropuertos las personas tienen tal necesidad de viajar, que están dispuestas a arriesgar la vida así”.
Hay además un grupo de científicos pertenecientes a la Universidad de California en la ciudad de San Francisco, que advirtió también de “los riesgos potencialmente graves para la salud” que representan estos escáneres, en una carta que fue enviada en el pasado mes de abril, al departamento de ciencia y tecnología de la Casa Blanca. En esta carta, John Sedat junto a sus colegas, aclararon que la mayor parte de la energía originada por los escáneres es absorbida por la piel y los tejidos subcutáneos.
La Casa Blanca por medio de su departamento de ciencia y tecnología, ha respondido a este tema diciendo que los escáneres corporales ya habían sido comprobados “en profundidad” por las distintas agencias gubernamentales americanas y también cumplen con las normas de seguridad vigentes, aunque para el bioquímico John Sedat, esta respuesta fue considerada como “insuficiente” y se debería investigar más sobre el tema.
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