El minibar del hotel es, normalmente, un servicio de pago y casi puede considerarse de lujo. Según un estudio de Lastminute el precio de una Coca-cola en un minibar español puede variar de 1 a 7 euros, y el de una cerveza entre 1 y 8 euros. El botellín de champán, el «benjamín», cuesta entre 3.50 y 50 euros dependiendo del hotel.
Pese a que estaremos de acuerdo en que puede ser un abuso, los hoteles son libres de marcar sus precios y no justifica el robo del contenido del minibar. Según el mismo estudio al que hacíamos referencia ocho de cada diez hoteleros reconoce que ha tenido huéspedes que han intentado no pagar sus consumiciones del minibar. El 46 por ciento dice que esta situación se da «a veces» y el 44 por ciento dice que se da «rara vez». En las recepciones de los hoteles y en pisos saben que es bastante habitual.
Hay clientes que rellenan las botellas con agua del grifo y las vuelven a dejar en su sitio. Revisar uno a uno todos los productos sería lo ideal, pero en la práctica a veces se escapa alguna, por lo que puede que sea un próximo huésped quien se lleve la desagradable sorpresa. Pero hay más técnicas, como dejar algo que pesa en lugar de la botella en los minibares electrónicos, e incluso hay quien en lugar de consumir en la habitación, llena el equipaje de botellitas. Claro que si eso lo sabemos es porque a menudo se les pone en evidencia en recepción.
Si piensas hacerlo ten en cuenta que antes de que termine tu check-out, en la mayoría de los hoteles ya se ha revisado la habitación. Y que para garantizar tu reserva se te ha pedido una tarjeta de crédito, precisamente por si surgen gastos extra durante tu estancia. Aunque algunos hoteles hacen la vista gorda la mayoría no está dispuesta a asumir el coste de estos hurtos. Si el precio te parece abusivo siempre puedes comprar en la calle y disfrutarlo en tu cuarto.
Vía | Hosteltur
Foto | Flickr-Daspaddy
