Desde hace unos años el cambio climático tiene más y más consecuencias, las bodegas del mundo no están ajenas a las consecuencias. Diferentes investigaciones han demostrado que algunas variedades son más resistentes a las modificaciones del clima.
Desde la bodega Matarromera, Rami Sanz, director de comunicaciones considera que «todas están especialmente diseñadas para reducir, en la medida de lo posible, el impacto de su actividad en el medio ambiente«. Por eso en algunas bodegas comenzaron a usar paneles solares, reutilizar los desechos de las cosechas, utilizar un sistema de riego por goteo y crearon un sistema por el cual se pueden reducir las emisiones de CO2.
Los profesionales consideran que el calentamiento global puede afectar de manera irreversible a la vid y los problemas no se pueden negar ni ocultar. Las bodegas se encuentran investigando acerca de las especies de uva. Se sabe que la verdejo, la garnacha y tempranillo son especies más resistentes. En el Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino están probando nuevos métodos de producción de diferentes variedades de uva, además investigan que tipo de cambio se produce ante el calentamiento del clima.
Países como España han sufrido el incremento de unos grados a lo largo de las últimas cuatro décadas. Esto se refleja en los vinos que han pasado a tener una gradación alcohólica más alta. Cuando las uvas se encuentran expuestas a los rayos de sol, lo que acelera la maduración y concentra su azúcar, como consecuencia los caldos será más maduro y ácido.
Los vinos son muy consumidos y disfrutados por las personas, acompañan las diferentes cartas de los restaurantes, por eso nos pareció importante que sepas que con el paso del tiempo algunos vinos serán elaborados en base a otras especies de uva. Además muchas personas que visitan las bodegas de todo el mundo, incluida España, podrán ver cambios.
Vía | El Pais
Foto | FLickr – Viajar sin destino
